44x16, 44 x16. Abro caja fuertes, diez de diez. No tengo tiempo que perder. Y es que me pierdo en mi bici siempre antes de amanecer. Números que puedes entender, 44x16, 28 pulgadas, talla 56. Bielas que son parte de tu pie. Distancia entre planetas, los ejes de tu ser. Déjate caer: en las noches se rueda bien. 44x16. Te espero aún, te esperé ayer... ¿la soledad te va a poder? 44x16, el universo de tu ser. Tengo una máquina, tengo un café, tengo una guerra, tengo una web. 44x16. Mi bicicleta es nave espacial. No necesito fumarme ná. Monta el dragón, siente el poder, vuela muy alto, relájate. Bastante lejos, bajo tus pies, ruidos, neón y vida a 100. 44x16, lluvia o solana, ¿hoy qué va a ser? Astrología, runas o cábala, fuerza mecánica, montaña mágica. 44x16. 44x16.

Bici droga, pedal droga. Si no ruedas te ahogas. Manillar en la ciudad. Madrugadas sin final. Tiempo estático. Tiempo mágico. Un hechizo sobre el asfalto. Diluído en el movimiento. Sólo existe este momento. Ves un hueco en el cemento y te cuelas sin miedo. Cosmonauta alucinado. Héroe sobre tu caballo. En un mundo alienado con sonrisas vas rodando. Vas molando. Diluído en el movimiento. Sólo existe este momento. Eres parte de la calle, eres dueño de su ritmo. Eres savia de este árbol que crece en el abismo.

Rompecabezas, pedaleo, subversión sin gasolina, tu cuerpo es barricada y tu bici, medicina. Las luces de la noche son la mejor sonrisa. la música que viste, la estrella que nos guía. Avanzas casi aislado del ruido y de la rabia, manejas las dos ruedas, diseñas pedaldas. Madrugadas a bajo cero y verano en mi sillín. La cesta bien cargada con el aire de abril. Cada gota de sudor es toda una victoria, enfrentando mi sangre a esta nada de derrotas. No te importa recibir su golpes, sus miradas, eres filo que desgarra sus vidas prefabricadas. Viniste para quedarte, respiras el sabotaje, la máquina tiembla, tiene miedo de la tierra. Somos motor, somos futuro, somos ecos de aquel muro. Somos aire a presión, herramientas de construcción. Atravieso dimensiones nunca descubiertas, coger el manillar es abrir una puerta. Despega mi nave, despega la aventura, vamos sin rumbo fijo, nuestras ruedas herraduras. ¿Tienes miedo de rodar? ¿Tienes miedo de volar? El miedo es el medio de los media del imperio para atar tu cuerpo, robar tu tiempo, esposar tus manos y matar tus sueños, cortar tu aliento y robarte el cielo. No me lo invento, todo esto es cierto, y si no acierto es que estoy muerto. Entra en mi esfera, no hay más espera. Veremos cómo estalla, desde aquí, la guerra. Y cuando el banquero deje de respirar volveremos a pedalear. Surcaremos el cielo de la ciudad bicicletas salvavidas del naufragio del capital.

Rumiando en bicicleta qué es eso que tanto falta, que nos oprime el pecho al nacer cada mañana. Deslizando mis dos ruedas entre abismos, fosos, trampas, mi freno contrapedal es mi escudo y es mi espada. Veo vuestros rostros, la rabia acumulada, el hastío de vivir, la sangre envenenada. Siento vuestra agresión, veo vuestras miradas, siento vuestras preguntas, vuestras dudas en el alma. "Algo falla" os decís, sentís que algo no marcha. No os daré las respuestas, cuestionar es lo que os falta. Preguntar es el camino, encontrarnos como el agua. Asamblea ciudadana, radios libres, radios y llantas, freno al consumo, freno de zapata, desarrollo sostenible, desarrollos de montaña, marchas y cambios, cambiar sobre la marcha, cansados de aceptar, descansados para liarla. Ha llegado el tiempo de bicicletas y cosmonautas. Capturar sus manos sucias, encerrarlas, desnudarlas. No darles un vaso de agua, pues el agua es nuestra vida, nuestra vida no se apaga, nuestra vida que aún respirar.